El invento de la “bilancetta”
Realmente,
Galileo era un humilde maestro que se ganaba la vida con grandes dificultades.
Pero latía en su ánimo el orgullo de su padre. Sirviéndose de los principios de
Arquímedes, por el que sentía una autentica veneración, inventó una balanza
hidrostática muy sensible, cuya varilla se encontraba suspendida en el centro
por un alambre. Desde el eje se enrollaba este alambre a la varilla, de una
forma tan ingeniosa que cada vuelta servía para marcar las medidas. Y en un
extremo de la varilla había montado un recipiente para el líquido y los
metales.
Lo
llamo bilancetta (“balancita”) y lo
acompaño con un librito explicativo. Con este ingenio se podía medir la
densidad de los fluidos y los metales, tanto en el aire como en el agua, con el
fin de calcular la proporción de sus aleaciones. Toda una obra de arte, a pesar
de que sus colegas no le prestasen una gran atención.
Sin
abandonar a su gran maestro Arquímedes, efectuó un estudio sobre la gravedad de
los sólidos. Tarea que le llevaría dos años y que le serviría para abrirse las
puertas de las universalidades. J
Integrantes:
Cisneros
Martínez María Fernanda
Flores
Martínez Icoquih Arzu
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